AUSTRIA

Viena

El primer contacto en la capital austriaca y conocerla un poco más lo mejor es coger una visita guiada que sale desde la Albertina un palacio de estilo neoclásico desde 1805 que alberga este museo que tomó su nombre del fundador de la colección, el Duque Alberto, yerno de la emperatriz María Teresa Fue renovado entre 2000 y 2003, añadiendo un moderno techo voladizo.

Continua hacia el Parque del Palacio Imperial Hofburg el palacio de inverno de la familia imperial de 300.000 metros² con 3.000 habitaciones donde trabajan más de 5.000 personas. La primera parada del parque es el monumento al Kaiser Franz Josef I Emperador de la Austria Imperial y rey de Austria-Hungría, la siguiente es la estatua de Mozart realizada en mármol. Continúa hasta llegar a Heldenplatz una histórica plaza ubicada en el centro de Viena, tuvo como escenario en 1938 Adolf Hitler anunció desde esta plaza la incorporación de Austria al III Reich. Más adelante la Minoritenplatz junto a la  Minoritenkirche una iglesia del siglo XIII una de las más antiguas de la ciudad. Otra plaza interesante e históricamente muy significativa es Stadt AmHof ubicada en la parte más antigua de Viena. Y una tercera plaza también con mucha historia es la Judenplatz que fue el centro del barrio en los siglos XIII y XIV. En el centro, sobresale la estatua de Lessing, escritor alemán del siglo XVIII, e imponente memorial de la deportación, obra de Rachel Whiteread. Cada ladrillo de este monumento representa un libro, símbolo de la existencia desaparecida de los deportados. 

Continua hacia la GabenStrasse una calle peatonal de unos 300 metros de largo es una de las principales áreas comerciales de Viena, y es que su situación en el centro de la ciudad junto a la catedral, tiendas de marcas exclusivas, fachadas de sus edificios, y monumentos como la Pestsäule (Columna de la Trinidad) de estilo barroco tardío dedicada a la gran peste, convierten a esta calle en un lugar de paso imprescindible. Al final de la calle la Stephansplatz situada en el centro de la ciudad, se debe su nombre por ubicarse la Stephansdom de estilo gótico es el símbolo religioso más importante de Viena. Se inició por Rodolfo IV de Austria sobre las ruinas de las dos iglesias anteriores y se consagraba en 1147. Lo más destacado es su torre norte y los pórticos de entrada. En frente de la catedral el Haas-Haus edificio emblemático diseñado por el arquitecto Hans Hollein, consta de dos fachadas una moderna de vidrio y la segunda de casetones de estilo romano. En su fachada de cristal se reflejan la Catedral y las casas colindantes.

Otra visita interesante es Augustinerkirche (Iglesia de los Agustino) desde el siglo XVII fue la iglesia de la familia de los Habsburgo. El edificio de estilo gótico, fue reconstruido en estilo barroco. En la iglesia se encuentra el panteón de la Família Habsbrugo con los corazones de 54 familiares allí depositados. Los cuerpos descansan en la Kapuzinergruft (Cripta Imperial) donde se guardan las sepulturas de los miembros de la nobleza desde el año 1633, como María Teresa o los de Francisco José I, la Emperatriz Sisi y el príncipe heredero Rodolfo.

Si deseas realizar alguna compra, tomar algo o comer lo mejor es ir al mercado Naschmarkt el más popular de Viena, situada en la Calle Wienzeile en el Distrito 4 donde se venden especialidades vieneses, internacionales, exóticas, flores, ropa, complementos, … hay numerosos restaurantes. En la Karlsplatz domina la  Karlskirche (Iglesia San Carlos Borromeo) de estilo barroco más significativa de la ciudad que fue diseñada por el arquitecto Johann Bernhard Fisher Von Erlach en 1716. En la fachada central representa un pórtico griego, las columnas laterales con barrocas, en la entrada domina una gigantesca cúpula y los pabellones laterales muestran influencias del barroco y decoración oriental. A través de un ascensor se puede acceder a la cúpula y a un balcón mirador que ofrece una panorámica excelente de la ciudad.

Una vez concluida la visita a los monumentos, dirígete a la catedral donde se extienden las calles peatonales más importantes: Graben donde hay edificios interesantes como Freisingerhof la primera construcción monumental de la calle, Kohlmarkt esta calle acoge establecimientos exclusivos de diseñadores internacionales como nacionales y Kärntner concentra los establecimientos de cadenas de moda así como grandes almacenes. Las tres se hallan muy próximas entre sí, un paseo obligado con una referencia turística y comercial. En Michaelerplatz frente al Palacio Hofburg se pueden ver los restos de un asentamiento civil romano, en el exterior de la zona militar romana de Vindobona. A un lado la antigua Iglesia de San Miguel que tiene su origen en la primera mitad del siglo XIII con una fachada de estilo clasicista y el pórtico de estilo barroco. 

Para terminar el día lo mejor es visitar el Prater fue un regalo de José II en el siglo XVIII a los vieneses como zona recreativa y permitía la creación de establecimientos gastronómicos. En 1897  se instalaba en su centro la Noria Gigante ideada entre 1896 y 1897, antes de subir pásate por el Museo del Prater que se exhiben fragmentos que recuerdan otros tiempos. En la actualidad es un espacio que cuenta con atracciones para niños y adolescentes.

Dónde alojarse

- *** Hotel Karoline en Gudrunstrasse 138 de Viena. El hotel ocupa un edificio histórico y un edificio nuevo y elegante situados uno junto al otro en el distrito de Favoriten, al sur del centro de la ciudad y a 800 metros de la estación de tren de Hauptbahnhof. Se halla cerca de la popular calle comercial Favoritenstraße y a solo 5 minutos a pie de la estación de metro de Keplerplatz (línea U1).

Dónde comer (restaurantes y cafeterías)

-  Café Central en Herrengasse, 14 de Viena.

-  Der Mann en Naglergasse, 11 de Viena.

-  Salamucci en Riesenradplatz, 2/5 de Viena

Compras

- Sonnentor. Mercado Naschmarkt parada número 120. Productos naturales: te, infusiones, ..

- Oh Viena Souvenir Shop en Kärnterstrasse, 18 de Viena. 

El segundo día empieza en el magnífico Palacio de Schönbrunn localizado al suroeste y algo apartado del centro, se encuentra bien comunicado a través del transporte público tanto en metro como tranvía o autobús. A finales del siglo XVII, Leopoldo I encargaba al arquitecto Fisher Von Erlach la edificación de un palacio de caza en estilo barroco. A finales del siglo XVIII, Nikolaus Pacassi lo ampliaba bajo el mandato de la Emperatriz María Teresa para convertirlo en su residencia de verano. Para visitarlo escoge la visita Gran Tour donde se recorren 45 magníficas estancias, entre ellas la Gran Galería, los Apartamentos de Francisco José y Sisí o la sala de audiencias de María Teresa y su esposo el emperador Francisco Esteban. Hoy, el palacio forma parte del patrimonio de la humanidad de la UNESCO debido a su gran importancia histórica, su carácter único y su magnífica construcción. En la zona está el Burggarten (Jardín del Castillo) fue arrasado por el ataque de Napoleón.

De vuelta al centro de la ciudad visita el Palacio Imperial Hofburg que da la oportunidad de conocer el mundo de los Habsburgo a través de la Platería de la Corte, que da una visión del ceremonial de la corte, de las costumbres en la mesa y de la decoración de los banquetes y el Museo Sisí que retreta a la popular emperatriz mediante objetos personales donde se muestra su carácter rebelde, el curso a la belleza, la delgadez exagerada, su obsesión por el deporte y su poesía exaltada y melancólica y los Apartamentos Imperiales a los que se accede por una majestuosa escalera, exhiben el esplendor imperial. Por la tarde, acércate al Wiener Rathaus (Ayuntamiento de Viena) un edificio de estilo gótico-flamenco finalizado en 1883, es la sede oficial del alcalde y el lugar de reunión del Senado y Parlamento Regional. En la parte superior de su torre de 98 metros de altura se ubica el Rathausmann, una escultura dorada de tres metros y medio de altura que representa la figura de un portaestandarte y que es uno de los símbolos de Viena

Uno de los lugares más pintorescos de Viena es Hundertwasserhaus edificio lleno de colores y con formas asimétricas – se asemeja mucho al estilo Gaudí-  y sus más de 200 árboles y arbustos en balcones y terrazas conforman un oasis en la ciudad. Desde 1983 hasta 1985 el pintor Friedensreich Hundertwasser decoró este edificio de viviendas comunales, sin usar materiales sintéticos, con madera y ladrillo. Para ir al Palacio Belvedere se llega en transporte público en la parada llamada Quartier Belvedere, fue la residencia de verano del príncipe Eugenio de Saboya. La zona está dividida en dos palacios, ambos de estilo barroco del siglo XVIII y separados por unos magníficos jardines.

Otro lugar muy pintoresco es donde se ubica el Reloj Ankeruhr en Hoher Markt que el pintor modernista Franz Matsch diseñó este reloj entre 1911 y 1914 de 10 metros uniendo dos edificios del patio de Anker. A las 12:00 del mediodía, todas las figuras desfilan al son de la música. En Adviento, a las 17:00 y las 18:00 horas suenan canciones navideñas. Por la zona, se encuentra el Altes Rathaus un bello edificio barroco fue hasta 1883 la sede del Ayuntamiento de la ciudad.

Dónde comer (restaurantes y cafeterías)

- Joseph Bistro en Landstrasser Hauptstrasse 4 Viena.

- Café Demel en Kohlmarkt, 14 de Viena. Cafetería elegante de 1888 con ambiente barroco, dispone de una terraza con sombra y especialidades como strudels, bollitos y tartas de crema.

- Taberna Beisl en Dorotheergasse 2-4 de Viena.

El tercer último día, una de las visitas imprescindibles la primera es la Ópera del Estado de estilo nerromántico en 1869. Hasta 1920 se la conocía como la Ópera de la Corte y en 1945 quedó destrozada por los bombardeos aliados. Una visita guiada que empieza en las escaleras principales que lleva al vestíbulo, el salón de té y la sala de mármol. Su reapertura se produjo con la representación de la ópera de Beethoven Fidelio en 1955.

Y la segunda, la Biblioteca Nacional Austriaca una joya del barroco y una de las más bonitas del mundo. Construida a mediados del siglo XVIII por el arquitecto Johann Bernhard Fischer von Erlach y su hijo, atendiendo al encargo hecho por el emperador Carlos VI. La sala principal Sala de Gala, con sus más de 70 metros de largo y 20 de alto, resulta imponente. Estatuas de mármol, valiosos frescos en techos y paredes, suntuosos elementos decorativos y, por supuesto, las estanterías de madera en las que se exponen más de 200.000 valiosos ejemplares impresos de los siglos XVI al XIX.

Dónde comer (restaurantes y cafeterías)

-  Café Mozart en Albertinaplatz, 2 de Viena

Salzburgo Situada al norte de los Alpes, la elegante ciudad mantiene su cuidada atmósfera y ha ido incorporando gradualmente las tendencias actuales.

El río Salzach separa la parte antigua de la ciudad de la moderna. En la orilla oriental encontrarás templos y monumentos que emanan barroquismo. Déjate atrapar por la monumentalidad de la Catedral funciona como epicentro, y las torres y la bóveda que la coronan se han convertido en uno de los símbolos de la ciudad. El vigilante impasible es el Castillo Hohensalzburg quizás la mayor fortaleza europea en pie. Desde lo alto del Monte Mönchsberg se disfruta de una interesante panorámica del Altstadt o casco antiguo. En la calles del Trigo o Getreidegasse las hermosas fachadas de sus edificios se hallan separadas por escasos metros.
Visita el Mozarteum un enorme edificio sede del conservatorio local y de un teatro dedicado a la música compuesta por el genio local: Mozart. En las inmediaciones del Mirabellegarten, un gran parque público con una casita de madera donde, dice la leyenda, Mozart fue encerrado por el empresario Emmanuel Schikaneder para que terminara de escribir La Flauta Mágica y es uno de los lugares de visita obligada en la ciudad. Después visita la vivienda de Mozart una especie de micromuseo que tiene en su interior la cámara de seguridad mayor número de obras autógrafas del compositor en el mundo.

Innsbruck, encajada en el Valle del Inn, es la capital del Tirol. En el barrio gótico, encontrarás estilizadas fachadas que dan fe de la fuerza que adquiríó dicho estilo arquitectónico. Ofrece estampas idílicas como: la cadena montañosa Karwendel, el murmullo del Río Inn y por los incansables tranvías que surcan sus calles y avenidas. Por encima de todo, sobresalen las figuras del suntuoso mirador del Tejadillo de Oro construido en el siglo XV por el emperador Maximiliano I, un palco gótico cubierto de cobre dorado que servía como balcón imperial para desde él seguir los festejos nupciales de Maximiliano II, el soberbio Palacio Imperial y la casa Helblinghaus con su recargado rococó.
El Arco de Triunfo construido por la emperatriz María Teresa en 1765, para celebrar la boda de su hijo Leopoldo con la española María Luisa de Austria y continua por la Maria Teresien-Strasse -es la calle de los cafés y las tiendas de souvenirs y de ropa.