ALBANIA
TIRANA
La capital de Albania es una urbe con una vida
nocturna delirante, ansiosa por recuperar el tiempo perdido durante los largos
años del comunismo.
La Plaza Skanderbeg, la principal de la urbe, es una síntesis perfecta
de Tirana y, quizás, del todo el país. Se sabe que había ya un
núcleo habitado en la zona de Tirana
en tiempos de los romanos, como así testimonia el Mosaico (Castillo) de Tirana, pues data del periodo bizantino, pero
la ciudad no sería fundada oficialmente hasta 1614.
La construcción de mezquitas, minaretes, bazares y baños turcos transformó rápidamente la urbe en un epicentro cultural, religioso y comercial en el que se desarrolló la artesanía, pequeñas fábricas y un floreciente comercio de tabaco y aceite. Desde la caída del comunismo, la ciudad ha vivido un período de enormes cambios, que se refleja sobre todo en los grandes parques y en la restauración y recuperación de numerosos edificios, en particular los religiosos.
Empieza la visita en la Plaza Skanderbej que está dedicada al gran héroe nacional albanés, y es inevitable cruzarla rápidamente durante la visita a la ciudad. Tiene forma irregular, mide unos 270 metros de norte a sur y algo menos de este a oeste. En esta plaza es el punto de encuentro para realizar la visita guiada con Citivatis. En la plaza también se encuentra la estatua ecuestre erigida en 1968 con ocasión del quinto centenario de la muerte del héroe nacional albanés. El rascacielos Hotel Tirana Internacional, que durante mucho tiempo fue el mejor del país. Solo hay que dar un paseo por su vestíbulo para descubrir los fastos de lujo comunista, como sus detalles dorados y grandes lámparas. El Museo Histórico Nacional que sorprende por su mosaico de su fachada, siendo la imagen más emblemática de Albania y de la capital. El mosaico Los Albaneses, de varios autores, constituye todo un icono. Un detalle muy elocuente: salvo dos excepciones, ninguna de las figuras representadas va desarmada. En el lado este de la plaza el Palacio de Cultura que destaca la larga columnata del palacio. Es un edificio muy grande, hoy Alberta el Teatro Nacional de la Ópera y la Biblioteca Nacional.
Los dos edificios más
importantes son: la Mezquita de Et’hem
Bey es el símbolo de la ciudad, es una ventana abierta a la Tirana
semidesaparecida del pasado iniciada en 1789 por encargo del gobernador turco
Molla Bey. La peculiaridad del edificio radica en la decoración pictórica de
los interiores y del porticado, con motivo florales bastante raro en el arte
islámico. Y la Torre del Reloj que desde hace más de 200 años, el
minarete de la mezquita de Et’hem Bey dialoga en el cielo con la torre. Fue
erigida en 1811, en su origen contenía una campana veneciana.
La siguiente parada es Bunk’Art 2 este museo instalado en una
parte de las galerías-refugio que recorren el subsuelo de Tirana, es
interesante tanto por el contenido como por el continente, una especie de
ciudad subterránea que durante el período comunista tenía la función principal
de comunicar entre sí los diversos edificios gubernamentales, haciendo posibles desplazamientos secretos con la máxima seguridad. Alberga las cárceles, salas
de operaciones y las salas de control de la gran maquinaria de terror del
gobierno de Hoxha.
La calle Shëtitorja Murat Toptani es un paseo
arbolado con decenas de locales de todos los tamaños con terraza y tiendecitas
que en su tramo final se encuentra el Parlamento
Albanés, así como la Gran Mezquita de
Namazgjah. Durante su recorrido el Castillo
de Tirana que en la actualidad es un barrio de tiendas, bares y
restaurantes como centro comercial. Hoy se pueden ver las murallas que recorren
Shëtitorja Murat Toptani sobre los
restos de la vieja fortaleza.
Continúa hacia la Iglesia de San Pablo, una impresionante iglesia católica romana construida en 2001. En el exterior destaca la estatua de la Madre Santa Teresa y en su interior dispone de unas hermosas vidrieras que representan al Papa Juan Pablo II y Madre Santa Teresa. Muy cerca de la Iglesia de San Pablo, el monumento The Cloud diseñado por el arquitecto japonés Sou Fujimoto, esta construcción está hecha de metal y vidrio blancos. Es un lugar ideal para hacer un selfie.
Más adelante, la Pirámide de Tirana era el antiguo Museo Enver Hoxa, edificado en 1988 por iniciativa de la hija del dictador albanés como museo-mausoleo. En frente a la Pirámide, la pequeña, pero significativa Campana de la Paz, monumento que muestra el águila albanesa y un corro de niños en relieve. Seguimos hacia el Parque Municipal Qemali se encuentra el Postbllok Memorial, monumento en recuerdo del periodo de aislamiento comunista, así como el Bunker TRIII 1976 I el punto de control que en los años del régimen controlaba el acceso al Blloku. También en el lugar hay un fragmento del Muro de Berlín, regalo de la capital alemana a la albanesa.
Casa de las Hojas |
Otro museo que es
visita obligada es Casa de las Hojas es
el Museo de la Vigilancia Secreta que
se centra en la policía secreta del régimen de Hoxha, la Sigurimi, que tenía su
sede justo en esta casa, llamadas “de las hojas” por las plantas trepadoras que
cubrían gran parte de la fachada.
Muy cerca del hotel Lot Boutique está el Monumento de la Amistad entre Albania y Kuwait construido en 2016 decorado con los colores de la bandera oficial de Kuwait. Esta ubicado en un pequeño parque cerca de la Plaza Central de Tirana. Más adelante, la Tumba de Kapllan Pasha construida en 1820 junto a la Mezquita Suleiman Pasha, es uno de los monumentos históricos de la ciudad. La tumba es octogonal y sostenida por 8 columnas griegas.
El Parque Grande fuera del centro de la ciudad es unos de los lugares preferidos de los habitantes de Tirana para pasar el tiempo libre. El parque cubre una extensión de más de 2 km² y comprende senderos para los peatones y ciclistas, arboledas, un cementerio de los caídos por la patria algunos restaurantes.
Dirígite hacia el centro pero cogiendo una de las calles del Barrio Blloku que estuvo reservado para la élite política durante la época comunista y tenía prohibida la entrada al resto de la población. En la actualidad pasea por sus calles repleto de cafés, restaurantes y tiendas. El Rinia Park uno de los parques más famosos de Tirana que se extiende entre la Plaza Skenderbeg y el moderno distrito Blloku al sur. El parque fue construido en 1950 durante la era comunista, cuenta con un edificio en forma de araña llamado Taiwani donde hay un bar, restaurante y casino. El parque es concurrido durante el día y por la noche brilla con luces coloridas.
En Tirana cerca del hotel de alojamiento se ubica el Puente de los Curtidores (o de los Tintoreros) que está separado del tráfico urbano y sin ningún río, torrente o foso debajo. Eso se debe a las modificaciones realizadas en el trazado urbano durante la década de 1930, cuando se desvió el curso del río y la calle que recorría el puente fue perdiendo importancia, hasta verse englobada por sus nueves construcciones. El puente construido en piedra de 8 metros de longitud por 2,5 metros de anchura y 3,5 de altura es del siglo XVIII, toma su nombre de la Mezquita de los Curtidores, cuyo minarete se alza del otro lado del río Lana. En esta zona se concentraban las curtidurías y los negocios de elaboración de las pieles.
De vuelta a la capital,
Tirana visita el Pazar i Ri que sigue estando en el
mismo lugar que ha ocupado siempre, aunque no es una estructura antigua y
pintoresca, sino más bien un gran espacio cubierto moderno, limpio y organizado
rodeado de talleres, bares, cafés y restaurantes. Además del pabellón central,
el bazar comprende numerosos pequeños establecimientos distribuidos por los
callejones de los alrededores
Las Calles Rruga e Durrësit y Rruga e Kavajés estas dos calles ambas
salen de la Plaza de Skanderbeg y
ambas, pero sobre todo la Rruga e
Kavajés esta llena de pequeños restaurantes y zgare, pastelerías y tiendas,
y se caracterizan por un tráfico continuo de vehículos y personas.
Fuera del centro de Tirana, acércate a la Plaza Madre Teresa que lleva el nombre de la santa también de la Universidad así como del Aeropuerto. E
l edificio que alberga el politécnico fue proyectado en 1940 como Casa de Fascio por el arquitecto italiano Gherardo Bosio y refleja los criterios de la arquitectura monumental fascista de la época. En la plaza que cuando se inauguró se llamaba Plaza Littoria, se encuentran las ultimas construcciones del período de ocupación italiana. En uno de estos edificios tiene su sede el Museo Arqueológico Nacional el más “antiguo” museo albanés, abierto tras la II Guerra Mundial. En el lado este de la Plaza Madre Teresa está ocupada por edificios de la Universidad. Pasado el acceso principal hay un espacio abierto, es la Plaza Italia y al lado otro edificio el Estadio Nacional de Fútbol permanentemente abierto, de hecho en las gradas hay un buen bar donde es posible tomarse algo.
Las últimas horas en Tirana es para pasar más allá del río Lana que hacia mediados del siglo XVIII, representaba el límite sur de Tirana, más allá del cual solo había unas pocas construcciones aisladas como la Mezquita de los Curtidores de estilo contemporáneo con el mismo nombre que el puente, cuyo minarete despunta en la actualidad entre los bloques residenciales. Por lo demás, todo lo que se visitará pasado el río es fruto de la expansión urbana en la época comunista.
Alojamiento
-
Hotel Lot Boutique en Rruga Luigi Gurakigi
1017 de Tirana.
Restaurantes, cafeterías y bares
- Letze Restaurant en Murat Toptani, St de
Tirana. Comida turca, el local está
en el interior del Castillo de Tirana.
- Centro Comercial Toptani Bar Toptani en Rruga Abdi Toptani 1001 de Tirana.
- Hotel Sky Fall en Rruga Ibrahim Rugova Sky Tower de Tirana. Sube al último piso donde se disfruta de unas vistas espectaculares en su Bar Panorámico giratorio.
- Spaghetti Western en Pjeter Bogdani, 13
Barrio Blloku en Tirana.
El Norte
La región del Norte
comprende las ciudades de Shkodër y
de Lezhë y la Mirdita
es donde los albaneses encontraron el aislamiento necesario para huir del
dominio extranjero y desarrollar su identidad, en estrecho contacto con una
tierra acogedora y virgen.
Lezhë la ciudad es conocida históricamente por la Liga de Lezhë de 1444. En aquella época la urbe era veneciana y fue elegida como sede para formar una alianza defensiva entre las principales familias nobles albanesas y montenegrinas. En territorio neutral Skanderbeg esperaba sobre todo conseguir la paz entre los poderosos de la zona, y lo consiguió. El fue colocado a la cabeza de la alianza, aunque sus decisiones debían ser aprobadas por unanimidad, y así fue como empezó la famosa epopeya. Lo más destacado de Lezhë es el castillo que fue uno de los eslabones de la cadena de fortificaciones que utilizó Skanderbeg para el control del territorio en los gloriosos tiempos de su epopeya.
Castillo de Lezhë |
En el siglo IV a.C. ya hubo una primera fortificación, pero las estructuras que se ven en la actualidad son de época medieval, construidas entre los siglos XV y XVI. Intramuros hay una iglesia transformada en mezquita, una cisterna para la recogida del agua y las mazmorras. En el centro de Lehzë se ubica el Mausoleo de Skanderbeg enterrado en la Catedral de San Nicolás de Lezhë, en la ciudad donde había iniciado la lucha por la liberación de su pueblo. El mausoleo es un lugar de veneración laica del héroe. En 1967 la catedral-mezquita fue requisada por el Estado, se demolió el minarete y el edificio, en precario estado de conservación fue “revestido” con una columnata y un techo.
Shkodër fue fundada hacia los siglos V-IV a.C. y su nombre probablemente derive de “Sco Drinon” o “lugar por donde pasa el río Drin”. Durante la I Guerra Balcánica, la ciudad volvió a interesar a serbios y montenegrinos, y en 1913 pasó a formar parte de Montenegro. Aun así, la Conferencia de Londres enfrió el entusiasmo de los eslavos y la ciudad quedó integrada en el recién creado Principado de Albania. En centro histórico es la calle Kole Idromeno una calle peatonal repleta de comercios, restaurantes y heladerías. Otros monumentos interesantes es la Mezquita de Ebu Bekr también es conocida como la Nueva Mezquita Fushë Çeña y a veces simplemente referida como Xhamia e Madhe (Gran Mezquita). Fue diseñada y construida entre 1994 y 1995 en el lugar de la antigua Mezquita Fushë Çela que fue construida durante la era comunista. Impresiones sus dos minaretes de unos 40 metros de altura. La Catedral de la Natividad
Museo de Shkodër |
No te vayas sin visitar el Museo del Testimonio y la Memoria alberga una
antigua prisión comunista, antes era un colegio franciscano de principios del
siglo XX, fue confiscado por el régimen comunista para interrogar a sospechosos
mediante procedimientos de abusos y torturas.
Otros lugares para visitar cerca de Shkodër es
el Puente Mes, un puente otomano del
siglo XVIII de más de 100 metros de largo y 12,5 metros de altura, que lo
convierten en uno de los puentes más grandes de los Balcanes, situado a 7
kilómetros del centro de la ciudad sobre las aguas cristalinas del río Kir. Este puente unía Shkodër con
el pueblo de Drisht, y formaba parte del camino que remontaba el Valle del Kir y llegaba hasta Pristina,
en Kosovo.
Termina el
día en uno de los lagos más grande de los Balcanes que forma un límite natural
entre Albania y Montenegro, el Lago de
Shkodër.
En el
pueblo de Shirokë terminar tomando
algo en alguna terraza o dándote un refrescante baño en alguna de sus playas.
Restaurantes, cafeterías y bares
- Mrizi i Zanave Tiene una granja con la
mejor tradición gastronómica rural y campesina, rescatando antiguos métodos de
preparación y refinadas técnicas de elaboración de quesos, sino que también
ofrece la posibilidad de pasar un día entretenido o una velada inolvidable.
- Bar - Restaurante Shkodra “Shiroka” en
SH24 en Shirokë. Es un bar que está
en la orilla del lago con una amplia terraza. La vista es fantástica.
Alrededores de Tirana
En los alrededores de Tirana a unos 22 kilómetros, una pequeña
excursión para visitar el Castillo de Preza que se ubica en lo
alto, junto a un gran prado con una mezquita. Se trata de un pequeño fuerte
construido en el siglo XIV, y principios del siglo XV, que pertenece a los Tobias,
una familia feudal del lugar.
Centro de Albania
La zona Centro de Albania es montañosa de poca altura, que ofrece a los viajeros un paisaje natural con colinas totalmente cubiertas de bosques, por el que resulta relativamente fácil desplazarse. Krujë fue el centro de la resistencia cristiana contra los otomanos en la Edad Media, Elbasan está la mezquita más antigua de Albania, además de conservar los interesantes vestigios de la devastadora política industrial y energética del régimen comunista.
Otro
castillo digno que bien se merece una visita, está situado a unos 12 kilómetros
de Tirana por la carretera de Elbasan es el Castillo de Petrela. Construido originariamente en el siglo VI,
aunque la estructura actual es del siglo XV y fue testigo del enfrentamiento
entre las tropas de Skanderbeg y los otomanos, cuando el fuerte estaba
gobernado por la hermana del héroe, Mamica Kastrioti.
Salida hacia la ciudad norteña de Krujé a unos 13 kilómetros del Aeropuerto Madre Teresa, se encuentra el castillo-museo de Skanderberg, erigido seis siglos antes de la toma de la ciudad por Enver Hoxa, un dictador comunista que vio en aquel héroe la figura alrededor de la cual construir una identidad nacional. El lugar en que Skanderberg resistió tres asedios es hoy un bazar de callejuelas empedradas y aleros de madera.
Empieza la visita en el bazar uno de los mejores conservados del país, con su calle principal y nos cuantos callejones laterales rodeados de casas tradicionales bajas. El viejo bazar ha sido ampliado recientemente, alargando la calle que forma su espina dorsal y rodeándola con construcciones de aspecto moderno. Krujë es una ciudad con atractivos puntos de interés y un par de tesoros de primera categoría.
Entra
en el castillo solo por su ubicación
queda plenamente justificada la visita: una excelente panorámica del valle de
Tirana, de las montañas al oeste y el resplandor del Adriático más allá
contrastan con las escarpadas e impenetrables cumbres del este. En el interior de sus murallas hoy dos
museos, un hammam del siglo XV. El Museo Skanderbeg en el centro del
castillo se levanta un curioso y rotundo edificio que en realidad ya se ve al
acercarse a la ciudad. Se trata del interesante museo dedicado a la figura del
gran héroe nacional Skanderbeg. En
la sala principal se muestran sendas
copias del yelmo y la espada del héroe y la sucesión de banderas y blasones de
las familias nobles fieles al héroe. Muy llamativo resulta el enorme mural
pintado que describe las batallas libradas en Krujë. También hay un bonito
escritorio, como si el insigne patriota fuera un líder del siglo XX. El Museo Etnográfico se compone de varios
ambientes, todos ellos integrantes de una casa tradicional turca en su tiempo
propiedad de la familia Toptani entre los cuales destacan especialmente los establos
y las bodegas, con exposiciones de instrumentos y técnicas agrícolas. Repárese
también en los frescos naifs que
decoran las paredes de algunos dormitorios.
Costa Adriática
Continua el viaje hacia Durrës la segunda ciudad más grande después de Tirana, con su principal puerto, sus monumentos y una buena oferta cultural. Empieza la visita en la Plaza Liria la plaza del ayuntamiento se encuentra algo elevada con respecto al nivel del mar, en pleno casco antiguo. Es el punto de encuentro habitual a cualquier hora del día por donde se cruzan la historia de la ciudad y sus habitantes. En el lugar está, la Gran Mezquita en el lado oeste es visible desde muchos puntos de la ciudad, al norte se encuentra los vestigios de las termas romanas y del mercado bizantino con sus columnas en época bizantina este era el corazón de Durrës, y un fascinante pórtico circular anunciaba a los ciudadanos el gran mercado; al sur se alza el edificio del ayuntamiento de 1929, que tuvo un papel importante durante la resistencia albanesa.
Pasea por el Bulevar Epidamn en él hay elegantes edificios de la década de 1920, los inevitables vestigios arquitectónicos del comunista y toda una sucesión de bares y restaurantes con terraza entre los que aún despuntan algunas columnas romanas. Hay una Hammam del siglo XVIII, pero reconstruido en 1980 y en proceso de renovación en el momento de la visita. Se distinguirá por la cúpula de 5,8 metros de altura u sus 12 pequeñas ventanas para la ventilación, en la esquina sureste de la ciudad medieval. Queda en pie, una torre de estilo veneciana que se ubica en unos de los tramos mejor conservados de la muralla bizantina.
La Mezquita de Faith casi invisible entre los callejones del casco antiguo, está mezquita tiene cinco siglos, fue construida en 1503 por iniciativa del sultán Mehmed II. El emperador bizantino Anastasio I hizo construir una muralla triple en torno a la antigua Durës, con un perímetro de 3,5 kilómetros y torres vigía a intervalos regualres.
Lo más destacado de
esta ciudad es el Anfiteatro de Durrës fue
construido por el emperador Trajano en el siglo II y destruido en parte por un
incendio en el siglo IV, no fue descubierto hasta 1966, lo explica la presencia
de bloques de pisos tan pegados al mismo.
En
sus mejores tiempos cabían 15.000 o 20.000 espectadores y era uno de los
mayores de la región de los Balcanes. En el interior hay unos mosaicos intactos en la pared de una
cámara interna convertida en capilla en el siglo VI. Representan satos y
arcángeles.
Por último, el paseo marítimo habitualmente soleado y
luminoso que en algún tramo recuerda más a un parque de atracciones con sus
curiosos puestos de tiro al blanco y helados.
Llegada al Parque Arqueológico de Apolonia, que en su momento álgido, la ciudad de Apolonia contó con más de 70.000 habitantes. Fue fundada por colonos griegos en el 588 a.C. y en pocos siglos se consolidó como una importante urbe griega en territorio ilirio, con una economía floreciente gracias a su posición estratégica. El actual yacimiento arqueológico es fruto de las excavaciones realizadas en la década de 1920, dirigidas por el arqueólogo francés León Rey. En el yacimiento destacamos la acropolis, donde de concentran las principales atracciones. El otro icono de Apolonia es el Bouleiteron o Templo de los Agonotetas, el único monumento propiamente dicho en buen estado de conservación. Es el lugar donde se realizan las reuniones del consejo de la ciuad. Justo enfrente está la escalinata del odeón, que no hay que confundir con el teatro público También se puede ver el exterior de la casa de los mosaicos del siglo III a.C. aunque suelen mantener los mosaicos cubiertos de arena. Cerca de la salida del yacimiento está el Monasterio de Santa María, del siglo XIV que actualmente Alberta, en el primer piso un pequeño Museo Arqueológico con una colección de piezas halladas en la zona: estatuas, vasijas y piezas de bronce, así como monedas y demás.
A pocos kilómetros al oeste de la ciudad de Lushnjë, a orillas del Adriático, el Parque Nacional de Divjakë Karavasta, es un territorio salvaje de más de 200 km² rodeado por el río Shkrumbin al norte y por las colinas de Divjakë al este. La presencia de una gran laguna, que ocupa la mayor parte del parque, lo convierte en un ecosistema muy rico. En medio de la laguna hay una isla que es el refugio preferido de los últimos pelicanos ceñudos, que acuden en busca de tranquilidad. Se puede poner fin a la visita con un baño en el mar, pues una larga lengua de arena, frecuentada por aves y pescadores, separa la laguna del Adriático.
Restaurantes, cafeterías y bares
-
Pelikan Pastiçeri en Bulevardi Dyrrah de Durrës. Pastelería con deliciosos
pasteles.
- Vila Met Cela con Cheese Pie Típico en Lushnje.
El paisaje abrupto y
montañoso del Sureste de Albania,
entre ríos salvajes que excavan cañones tortuosos y lagos ancestrales, se esconden
algunos de los principales atractivos históricos y culturales del país.
Berat “la ciudad de las mil ventanas”, ubicada a 100 kilómetros al norte de Gjirokaster, también es Patrimonio de la Humanidad desde 2008, es un museo al aire libre. La ciudad está considerada la más antigua de Albania, con un asentamiento que data del siglo XI a.C. La ciudad ubicada en un meandro del Osum situado en la cabecera del valle, además de una ciudadela-fortaleza habitada todavía por centenares de familias.
Es difícil encontrar
una ciudad albanesa en un estado de conservación tan perfecto, con sus casas
otomanas blancas, salpicadas de miles de ventanas, que bajan por las dos
vertientes del valle hasta casi zambullirse en el río.
Sus casas blancas de
estilo otomano, con paredes de piedra y techos de azulejos, esconden pequeños
jardines con pérgolas llenas de vides, mientras que las angostas callecitas
trepan a la montaña hasta el barrio de
Kala, que, cercado por la muralla del castillo,
mantiene el pálpito de las antiguas ruinas.
Dirígete primero al Barrio de Kala un pueblo en sí mismo
rodeado por una muralla y centro sigue viviendo gente: hay casas, restaurantes,
bares, iglesias y museos.
Se llega al macizo para
entrar por el portal que da acceso a
la fortificación, En el interior del castillo
en el norte, la Iglesia de Santa
María de Blachernae la más antigua de la ciudad. Más adelante, la Iglesia de la Santísima Trinidad del
siglo XIII, en una posición espléndida y aparentemente en precario equilibrio
sobre este vertiente escarpada del castillo.
La Iglesia del Tránsito de la Virgen es la afortunada ya que se salvó
del abandono en tiempos del ateísmo. Construida en 1797 sobre un espacio de
culto anterior del siglo X, además del espléndido iconostasio de madera de avellano del siglo XIX, recubierto de pan
de oro y con tres iconos de Onufrí. La iglesia acoge el Museo Onofrí dedicado a este destacado pintor de iconos, miembro de
un grupo de artistas que en el siglo XVI llenó la región de los Balcanes con
sus obras sagradas. Tiene dos plantas de exposición que incluyen también obras
de su hijo Nicolás y de otros artistas.
Por último, acércate al
Puente Gorica construido en el siglo XVIII es el antiguo puente otomano que
unía las dos riberas del río. Se trata de un puente peatonal que originalmente
estuvo hecho de madera, pero fue reconstruido en piedra a principios del siglo
XX. Cuenta la leyenda que el puente original contenía una mazmorra en la que
una niña fue encarcelada hasta morir de hambre para calmar a los espíritus
responsables de la seguridad del puente. Otro puente peatonal de construcción
reciente pero también con vistas maravillosas es el Puente Nuevo.
E segundo barrio, Gorica al otro lado; un viejo
barrio cristiano ortodoxo formado por un conjunto
arquitectónico tradicional en perfecto estado de conservación. Las callejuelas
a este lado del río Osum nos ofrecen una faceta tranquila y sosegada que cuesta
encontrar en otras zonas de la ciudad.
En
esta zona de Albania también està Gjirokastra, con sus inolvidables casas-fortaleza,
majestuosas y a su manera lujosas, también de la época otomana, el gran castillo y el bazar de tiendas, todo ello en mitad de un valle verde y amplio.
Pero la cultura no es el único atractivo de esta región, en Bënjë la calma en las aguas termales
naturales realza con la vista de un espectacular puente otomano.
A unos 25 kilómetros al este de Saranda, atravesando una pequeña cadena montañosa se ubica el Manantial Ojo Azul (Syri Kalter), antaño reservado para la élite comunista, esta hipnótica piscina natural de aguas turquesas atrae a los viajeros con sus magnéticos colores. En realidad se trata de un manantial cuyas aguas brotan a más de 50 metros de profundidad, a una temperatura de 10ºC y con un volumen de más de 7 m³ por segundo, variable según la época del año.
Nota: si vas en coche,
puedes dejarlo en el parking (300 lek). Para entrar en el parque nacional de Blue Eye hay que pagar 50 Lek por persona.
También puedes alquilar una motocicleta o monopatín incluso montar en un
mini-tren 8300 Lek) que te lleva al lugar, así como servicios públicos, bares,
tiendas, …
La localidad de Benjë está en el corazón del Parque Nacional de Bredhi i Hotovës, un área protegida del preciado abeto de Hotova, que se extiende al norte del curso del Vjosë, corre el torrente Lengaricë. En el punto en que el torrente sale de las gargantas situadas en el río arriba destaca el puente otomano de tres arcos único porque por él pasan aguas sulfurosas templadas que brotan de una fuente termal cerca. En una poza en parte natural y en parte creada con el añadido de un muro bajo, es posible bañarse mientras se admiran las líneas curvas del puente y la campiña adjunta. Es un lugar para realizar rutas de senderismo.
Gjirokaster cuya nombre significa
“castillo de plata” por el color de piedra de los tejados. “La ciudad de los
mis escalones”, como también se la conoce, fue fundada en el siglo XIII sobre
una montaña que domina el valle. Conservada intactas durante el comunismo, la
ciudad, importante centro comercial durante la época otomana. Perderse en el
laberinto de sus calles empedradas y dejarse transportar en el tiempo por las
líneas sinuosas de casas blancas de estilo otomano. De hecho, la identidad de
esta población se halla estrechamente ligada a sus enormes viviendas
tradicionales, inexistentes en otros lugares del país. Cientos de estas
increíbles casas monumentales de la época otomana entretejen un centro
histórico que en la época comunista fue designado “ciudad-museo” y en el 2005
se la reconoció Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Por la mañana a primera hora, desde Qafa e Pazarit tomando la llamada Rruga e Kalaje se llega a la base de los baluartes de la fortaleza. En este lugar ha existido una fortificación desde el siglo VIII a.C., modificada una y otra vez a lo largo del tiempo. Fue Ali Pachá de Tepelen quien le dio su apariencia definitiva en 1811. El castillo, de grandes dimensiones, incluye muchos ambientes, tanto abiertos como cerrados. La visita comienza nada más entrar a la izq
uierda, con una larga galería abarrotada de piezas de artillería de la II Guerra Mundial.
Una vez terminada la visita se sale a la parte abierta del castillo, donde se puede ver un avión de caza militar relacionado con la Guerra de los Balcanes de la década de 1990. Disfruta de las vistas de los tejados de la ciudad y continuar hacia el baluarte más externo del complejo Vale la pena recrearse en la panorámica de todo el valle, la misma que hacia de la Fortaleza de Gjirokastra un lugar ideal para también explica la tradición de rebeldía y resistencia de la ciudad. Entre los elementos más destacables figuran las puertas de acceso, con un adoquinado especialmente estudiado para que los caballos no resbalasen, y la torre del reloj uno de los añadidos encargados por Ali Pachà de Tepelen en el siglo XIX.
No te vayas de
Gjirokastra sin visitar el Túnel de la
Guerra Fría ubicado cerca del ayuntamiento se encuentra la entrada a este
vestigio histórico, un refugio construido en la década de 1970 para protegerse
de una eventual invasión, tras la rotura de relaciones diplomáticas en Albania
y la URSS. El refugio de 800 metros de longitud y con 56 dependencias separadas
debía servir para ocultar a la élite del Gobierno Central y local en caso de
ataque nuclear y tenía estancias destinadas a las funciones más variadas. La
visita es guiada y tiene una duración de unos 45 minutos.
- Parloto Hotel *** 34GP +23V Rruga Ismael Kadare en Gjirokaster.
Restaurantes, cafeterías y bares
- Restaurante Ballkoni Beratit en Drobonik. Restaurantes con jardín, terraza a las afueras de Berat. Está ubica en un bonita paraje.
- Bar Waffe and juice en Shëtitorja Nain Frashëri de Sarandë.
- Restaurante Gryka e Këlcyrës en SH75 6401 de Këlarë. Un excelente restaurante al aire libre junto al Rio Aoos, también hay alojamiento.
- FroYo Box en la Rruga Gjin Zenebishti de Gjirokaster Bazaar en Gjiorokaster. Yogurt helado.
- Olsa Miloti en la Rruga Ismael Kadare de Gjirokaster.
- Tostart Café Festival Patelería de Gjirokaster.
Costa Jónica
Se llega a Sarandë (Costa Jónica) una localidad una caótica proliferación de construcción, el lugar conserva ciertos atractivos que justifican la visita. La ciudad es una cómoda base de operaciones para realizar excursiones. Realiza un paseo marítimo ya que sus calles principales discurren en paralelo a este paseo. Es una de las principales ciudades turísticas de Albania, su actual nombre proviene del medieval monasterio bizantino de Aigoi Saranta, que literalmente significa “cuarenta santos” en griego.
Cerca de Sarandë, a unos 18 kilómetros; más al sur, merecen una visita las antiguas ruinas de Butrinto, el mayor yacimiento del país. Ubicadas en la desembocadura del lago con el mismo nombre, este asentamiento fue habilitado desde tiempos prehistóricos para después volverse una colonia griega, una ciudad romana y, posteriormente, sede de un obispado. El actual sitio arqueológico recoge ruinas que abarcan todo ese extenso período histórico, rodeadas por una frondosa vegetación de pinos, robles, encinas y laureles. Desde que fuera descubierta en 1928, se ha excavado y desenterrado aproximadamente una quinta parte de la ciudad. Por su singularidad, tamaño y belleza, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1992. Las ruinas de una ciudad griega se mezclan con otra romana y su teatro, un baptisterio bizantino y un castillo veneciano erigido en una península que se adentra en una gran laguna.
Nota: entrada 1000 LEK,
no se puede pagar en euros ni tampoco con tarjeta de crédito/débito.
Una vez pagada la
entrada se toma el primer sendero para ver, a la derecha, la torre veneciana, construida hacia el
siglo XVI, que da la bienvenida a Butrinto. Continúa por el sendero hasta
llegar al gimnasio, antiguo templo
pagano transformado luego en iglesia. En el oeste, el ágora corazón de la antigua Butrinto, con los restos de las termas romanas, del siglo II y el
maravilloso teatro antiguo. Este
último es la superestrella del yacimiento, que ha resistido a la intemperie
desde el siglo III protegido por el bosque; fue construido por los griegos y
renovado por los romanos y podía acoger a casi 2.500 espectadores. Junto al
teatro está también el Santuario del
dios Asciepio del siglo IV, que en su tiempo era el punto de llegada de los
peregrinos. Dentro del bosque, el antiguo
Baptisterio, del siglo VI, decorado con mosaicos de pájaros y otros
animales, por el lugar está la fuente dedicada
a las ninfas, posiblemente del siglo II, aparecen los arcos de la basílica del siglo VI, construida sobre
las cenizas de un edificio de culto paleocristiano. Desde la basílica se toma
el sendero que rodea la colina que pasa junto a la muralla de la antigua Butrinto, construida en época griega en siglo
IV a.C. Pasando por la puerta del lago y
siguiendo la muralla se llega a la Puerta
del León, con bajorrelieve de un león matando a un toro. Subiendo a lo alto
de la colina, donde en su tiempo estaba la acrópolis, ahora hay un castillo que alberga un museo con una muestra de piezas,
estatuas y bajorrelieves hallados en Butrinto.
Para terminar el día, cerca de la ciudad de Sarandë si dispones de vehículo visitar Mesopotam aunque el nombre a este pequeño pueblo recuerde a un mundo antiguo, su monumento principal es la Iglesia ortodoxa de San Nicolás, del siglo XIII, que forma parte de un complejo monástico amurallado que todavía resulta imponente. El edificio de estilo bizantino, ha sido sometido a imponente obras de restauración. Vale la pena hacer la parada, el pueblo y la iglesia están inmerso en un paisaje tan verde, supone una refrescante bocanada cuando el calor aprieta.
Restaurantes y cafeterías
- Kamay Beach Bar en la Riviera Ksamil
9706 de Ksamil. Un bar con terraza
exterior y con excelente vistas a la playa. También dispone de restaurante.
- Luna Bar Restaurant en Riviera Ksamil Rruga de Ksamil.
Alojamiento
- Hotel Julia *** en Rruga Butrinti en Sarandë.
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